¿Otra vez lloviendo? ¿no decían las previsiones que se alejaba la borrasca?... ¡qué feo se pone el día! ... estoy viendo que voy a tener que encender la luz, a la una de la tarde y en pleno abril.
Aunque falta poquísimo para las vacaciones siento que el tiempo pasa muy despacio , las mañanas se hacen eternas, sobre todo estos ratitos en los que estoy sola, esperando que vengan los niños… ¿Con quién tengo clase ahora?... ¡Ay, sí!, ¡lo que necesitaba yo ahora!
¡Qué difícil es trabajar con este niño! Lo intento todo, pero no soy capaz de llegar a él, tiene esa coraza en su alma, o en su corazón, que no hay forma...; igual me estoy volviendo vieja, igual estoy perdiendo la paciencia, o la sensibilidad, pero a veces pienso que estoy abonando un campo inerte, que se acabará el curso y nos encontraremos en el mismo punto de partida.
- Hola profe.
- Hola, ¡Buenos días! ¿qué tal estás?
- Bien. Tengo que contarte algo.
- Dime.
- ¿Te acuerdas de eso que hablamos?, de lo que debería hacer cuando me entra esa rabia, pues hoy lo he hecho y creo que me ha salido bien….
- ¡Cuéntamelo, por favor, con todo detalle!
- Hoy cuando subía al autobús para venir….
Mientras le escucho me doy cuenta que, poco a poco, se alejan las nubes y vuelve a brillar el sol...
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